06 Nov Léntigos solares
Los léntigos solares son manchas que pueden tener forma ovalada o redonda y suelen aparecer luego de los 30 años edad. Éstas pueden tener tonalidades diferentes de marrón, son uniformes y se pueden ver en cara, escote, brazos o en el dorso de las manos.
Suelen tener un tamaño superior a los lunares o efélides y no se desvanecen durante el invierno. No son cancerosos ni generan algún tipo de peligro de ocasionar cáncer de piel. Son el resultado de una excesiva exposición de la piel al sol.
Para evitar su aparición se recomienda el empleo de manera habitual de protectores solares y disminuir la exposición al sol. Si ya han aparecido se puede reducir de una manera bastante efectiva y sin dolor con la aplicación de la luz pulsada intensa.
Síntomas de los lentigos solares
Estas manchas no generan ningún tipo de molestia, ya que solo puede verse como una sombra pequeña con un color que puede variar su tonalidad de marrón a negro, así como su tamaño. Existen dos tipos principales el léntigo simple o juvenil y el léntigo solar, actínico o senil.
El léntigo solar, actínico o senil son aquellas manchas de color marrón más claro y de un tamaño inferior. Hay con la piel rugosa en su exterior y puede surgir en las diferentes áreas expuestas al sol, sobre todo en la cara y las manos.
Como resultado de la exposición de manera regular y continuada a la radiación ultravioleta durante toda nuestra vida se genera un desorden en la pigmentación de la piel. Éste se ubica en la capa basal de la epidermis que es la más superficial de la piel.
Diagnóstico
Para su diagnóstico clínico solo se requiere una revisión visual. Existen algunos casos en que el dermatólogo requiere el empleo de un aparato conocido como dermatoscopio, el cual es parecido a una lupa que aumenta la visión de la lesión.
Este tipo de revisiones se realiza cuando se tiene la interrogante de si una mancha se ha convertido en un tumor maligno o melanoma. Es recomendable solicitar la realización de una biopsia de piel y extraerlo para su análisis.
Es muy importante mencionar que los lentigos son afecciones benignas que no causan un riesgo alto para la salud. Pero pueden tomarse como un indicador de la cantidad de exposición al sol que ha sufrido la piel. Esta exposición genera un riesgo superior para sufrir cáncer de piel.
Prevención de los lentigos solares
Los léntigos solares se pueden prevenir. Por lo que se recomienda el uso de un fotoprotector con un alto índice de protección UVB y UVA, que cuente con un amplio espectro y que incluya sustancias que generen una lucha efectiva contra las manchas.
Tratamiento
Es posible aclarar o eliminar estas por medio de la aplicación de diversas opciones terapéuticas. Entre las mismas se encuentran el láser dermatológico con pulso ultracorto y que se aplica específicamente en cada una de las manchas. Con el uso de este laser se reduce la pigmentación cutánea efectivamente y cuenta con un riesgo mínimo de complicaciones.
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