El Ayuntamiento de Terrassa ha completado el derribo del último bloque de viviendas en el barrio de Ca n’Anglada, un paso clave dentro del plan de regeneración urbana que lleva en marcha desde hace varios años. Esta iniciativa busca transformar y revitalizar una de las zonas más antiguas y pobladas de la ciudad, mejorando las condiciones de vida de sus residentes y optimizando los espacios públicos.
El bloque, situado en la calle Sant Cosme, era el último de un conjunto de edificios construidos en los años 60, en pleno auge de la inmigración venida desde Andalucía, que debido al deterioro acumulado y a la falta de adecuación a las normativas actuales, había sido catalogado como no apto para la habitabilidad. Durante décadas, estas edificaciones representaron una solución para la creciente demanda de vivienda en Terrassa, pero con el tiempo se convirtieron en un problema por las deficiencias estructurales y los problemas sociales asociados.
Una intervención urbanística esperada en Ca n’Anglada
El proyecto de regeneración urbana en Ca n’Anglada ha sido una prioridad para el consistorio local. Desde hace más de una década, la administración municipal ha trabajado para mejorar las infraestructuras del barrio, que durante años fue un epicentro de inmigración y crecimiento demográfico. A través de un plan estratégico, que incluyó la reubicación de los residentes y la compensación por las expropiaciones, se logró poner en marcha el proceso de derribo y renovación.
La demolición del último bloque simboliza el cierre de una etapa para Ca n’Anglada, que ha pasado de ser un barrio caracterizado por problemas estructurales y sociales a un área en plena transformación. Esta iniciativa no solo tiene como objetivo la mejora estética del barrio, sino que busca resolver problemas de cohesión social, seguridad y calidad de vida. El consistorio ha subrayado que los nuevos desarrollos incluirán zonas verdes, espacios comunitarios y viviendas de mayor calidad.
Impacto social y económico
Los antiguos residentes del bloque demolido han enfrentado un reto con el proceso de reubicación. Muchos de ellos eran familias que llevaban décadas viviendo en la misma zona, por lo que adaptarse a nuevas residencias ha supuesto un cambio significativo. El Ayuntamiento, sin embargo, asegura que todos los afectados han recibido soluciones habitacionales adecuadas, algunas incluso dentro del propio barrio de Ca n’Anglada.
El proyecto de regeneración también ha tenido un impacto positivo en el valor inmobiliario de la zona. Según expertos locales, las inversiones en infraestructuras y la mejora del entorno han comenzado a atraer a nuevos residentes y negocios, lo que está contribuyendo a un proceso de revitalización del barrio.
El futuro de Ca n’Anglada
Con la demolición finalizada, el siguiente paso será el desarrollo de nuevas viviendas y la mejora de los espacios públicos. La intervención en Ca n’Anglada forma parte de un plan más amplio de urbanismo en Terrassa, que busca equilibrar el crecimiento de la ciudad con la rehabilitación de zonas históricas.
El Ayuntamiento prevé que los nuevos proyectos urbanísticos en la zona atraigan a más jóvenes y familias, dando un nuevo impulso al barrio de Ca n’Anglada y garantizando su futuro como una parte integral y renovada de Terrassa.
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