¿Qué dice el Consell Municipal de Seguretat de Terrassa, 2023?
En Terrassa el índice de delitos por 1000 habitantes es de 58,94. En el conjunto de Cataluña es de 73,20 y en el resto de los municipios del área metropolitana se sitúa en 59,25 (datos de diciembre, 2023).
En 2023 se incrementaron las infracciones penales. Los delitos contra el patrimonio fueron los que más crecieron en 2023 (2 978) frente a 2024 (2 355).
En 2023 los delitos contra las personas se mantuvieron y contra la seguridad viaria bajaron 23% respecto al año anterior.
Entonces, ¿de dónde provienen los datos que preocupan a la población? Del incremento de los hurtos, estafas (vía internet, ¡cuidado con los delitos digitales!) y daños.
Suben muchísimo los robos con violencia en vehículos: 1 362 en 2023, a menudo perpetrados por multirreincidentes.
En Terrassa hay un problema con la multirreincidencia: de cada 1000 detenciones, 250 corresponden al mismo grupo de 20 personas que acumulan el 25% de los delitos.
Urge cambiar las leyes para que delincuentes multirreincidentes dejen de entrar y salir en los juzgados acusados delitos de poca monta (menos de 400€) que impiden su condena y encarcelamiento. Es cierto que recientemente ha habido movimientos en este sentido, pero el caso de los menos multirreincidentes sigue ahí debido a una normativa tolerante con este tipo de delitos.
¿Y qué pasa con los delitos contra la seguridad sexual?
Entre enero y diciembre de 2023 se cometieron 51 delitos contra la libertad sexual, de los cuales 20 corresponden a la expareja y el resto, 31, corresponden a delitos perpetrados por jóvenes extracomunitarios. De hecho, esta pauta es habitual en el robo con violencia: joven procedente de una estructura social no consolidada que actúa en pareja contra otros jóvenes o contra personas mayores.
¿Y qué pasa con los extranjeros que delinquen? ¿Se están cumpliendo las órdenes de expulsión? No, en absoluto. Según datos de la Policía Nacional, de las 140 órdenes de expulsión solo se ejecutaron 2.
Con estos datos no es extraño que la percepción de inseguridad esté arraigada entre los egarenses y que este sea, desde hace tiempo, la principal preocupación entre la población en relación con el estado de la ciudad.