30 Ago Una herencia singular en Terrassa
En la ciudad de Terrassa, una historia peculiar ha capturado la atención de todos: la increíble colección de más de 5,000 figuras de perros que un hombre dejó en herencia a su familia. Esta no es una herencia común, sino un legado compuesto por miles de figuras caninas que representan un verdadero récord en el mundo del coleccionismo.
El origen de la singular herencia
Marià Gabarró Grau, un vecino de Terrassa que falleció en marzo de 2024 a los 94 años, es el protagonista de esta historia. Aunque su profesión fue la de comerciante en el sector textil, Gabarró dedicó gran parte de su vida a coleccionar figuras de perros, acumulando más de 5,000 piezas a lo largo de varias décadas. Esta afición comenzó de manera tardía, cuando Marià rondaba los 60 años, pero una vez iniciada, se convirtió en una pasión inquebrantable.
El origen de esta curiosa colección parece estar relacionado con su esposa, Rosa Galobardes, quien era aficionada a coleccionar diversos objetos, como sellos y monedas. En sus viajes de trabajo, Marià empezó a regalarle pequeñas figuras de perros, hasta que eventualmente él mismo se convirtió en un ávido coleccionista.
Un recuento extraordinario
Tras el fallecimiento de Marià, sus hijos, Miquel, Núria, Teresa y Enric, se embarcaron en la tarea de contabilizar todas las figuras que su padre había acumulado. Hasta la fecha, el recuento ha alcanzado la asombrosa cifra de 5,007 perros, aunque es posible que este número continúe creciendo a medida que se encuentren más piezas escondidas en maletas y cajas.
Las figuras, que se encuentran repartidas entre las residencias familiares en Terrassa y Matadepera, incluyen perros de todo tipo de materiales: vidrio, madera, porcelana, metal, y cerámica, con algunas piezas de marcas prestigiosas como Lladró y Swarovski. Además de las figuras, la colección también incluye bastones con empuñaduras en forma de perro, didales, portaescuradientes, y otros artículos decorativos.
El impacto en la comunidad y el futuro de la colección
La magnitud de esta colección ha llevado a la familia Gabarró a contactar con el Guinness World Records para determinar si esta podría ser la mayor colección de figuras de perros del mundo, superando incluso a la de una mujer en Polonia que posee alrededor de 3,700 piezas. Mientras esperan la confirmación oficial, la familia reflexiona sobre cómo honrar este legado de manera adecuada.
Para los Gabarró, clasificar y organizar esta impresionante colección es una forma de rendir homenaje a su padre, un hombre que, aunque no permitió tener perros reales en casa, reunió una cantidad impresionante de representaciones caninas. El futuro de la colección aún está en discusión, con la posibilidad de donarla a un museo o exhibirla en algún espacio público donde pueda ser apreciada por todos.
La herencia, un legado de amor y perseverancia
una de las herencias más singulares en la historia de Terrassa
La historia de Marià Gabarró y su colección de más de 5,000 figuras de perros no solo es una de las herencias más singulares en la historia de Terrassa, también es un testimonio de su amor por el coleccionismo y la dedicación con que llevó a cabo esta labor. A lo largo de los años, Marià transformó una simple afición en una colección de récord, dejando un legado que trasciende lo material y se convierte en una muestra de pasión y dedicación.
Este legado singular no solo ha dejado una marca en la familia Gabarró, sino que también ha capturado la imaginación de todos aquellos que han conocido la historia, convirtiéndose en una pieza única del patrimonio cultural de Terrassa.
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